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Cada miembro aporta a la red de APC su perspectiva única y su experiencia, participando así en la construcción de una comunidad global rica y diversa. Funredes no es una excepción: este nuevo miembro de APC llega a la red con casi 20 años de historia en el área de las tecnologías de la información y comunicación, una posición geográfica clave (es el único miembro en el Caribe) y una gran diversidad temática. APCNoticias conversó, vía correo electrónico, con su director, Daniel Pimienta.


La historia personal de Pimienta y la de Funredes están estrechamente relacionadas. Nació en Marruecos y sus estudios se centraron en la matemática aplicada y la informática. 1988 fue un año de cambios: el entonces futuro director de Funredes dejó su trabajo en IBM para radicarse en Santo Domingo (ciudad donde actualmente la organización tiene su sede), República Dominicana, con la meta de extender redes de investigación europeas hacia América Latina y el Caribe. “El europeo se vuelve caribeño, aprende qué es el Sur desde adentro y descubre que la investigación no está sólo en la universidad sino en las ONG. Se amplía el concepto y se reenfoca progresivamente hacia el desarrollo”, resume entusiasmado Pimienta.


Comienza así a dibujarse un nuevo perfil, orientado hacia el uso de las TIC en los países del tercer mundo. Y un sueño, como él mismo lo define: conectar América Latina y el Caribe. A través de la Unión Latina, organización que tiende puentes entre los países que comparten las lenguas latinas, impulsó el proyecto REDALC (Red para América latina y el Caribe). Nos cuenta Pimienta: “[este proyecto] marcó una época (entre 1988 y 1995) como una dinámica que permitió la creación de las redes de Perú, República Dominicana y Haití y plasmó muchos conceptos modernos de las TIC para el desarrollo”.


REDALC siguió creciendo y las actividades del proyecto se multiplicaron y diversificaron. Se produjeron sondeos, investigaciones y documentos, se organizaron talleres y encuentros y se desarrolló una metodología propia, que da cuenta de “la problemática de la creación y desarrollo de redes telemáticas para la investigación en el contexto particular de los países en desarrollo”. Se exploraron conceptos y herramientas inéditas para la época como el de comunidad virtual: se iban abriendo nuevos caminos.


Funredes nace en 1993, cuando el grupo REDALC se reestructura como una ONG independiente. Este nombre sencillo, “Fundación Redes y Desarrollo”, oculta una visión estratégica y compleja de las TIC. Daniel explica sintéticamente este proceso: “Cuando se independiza de la Unión Latina, el equipo hace suyo el concepto de investigación-acción y acelera su proceso de unión con la sociedad civil. Al mismo tiempo reorienta sus objetivos: en el 1993, la visión prospectiva ya no era de conectividad sino más bien de redes humanas y comunidades virtuales”.


¿Cuáles son los ejes actuales de la organización? “De su matriz, Unión Latina, Funredes ha conservado una fuerte sensibilidad al tema de la diversidad lingüística y cultural en la sociedad de la información y ha podido contribuir notablemente en un área donde la sociedad civil no está muy presente”, resume Pimienta. E insiste en un elemento clave que guía toda acción de Funredes: la rigidez ética. Se trata de una característica heredada de sus fundadores: Senaïda Jansen, Pablo Liendo, Catherine Dhaussy y el propio director. Este valor fundamental recorre transversalmente cada uno de los programas aunque la necesidad de darle más visibilidad a la dimensión ética de las TIC ya está detectada y en el futuro constituirá el eje de una investigación-acción.


Otro de los temas que recorren el accionar de Funredes es el género. Pimienta nos explica que para este proceso fue clave la presencia de Senaïda Jansen: “es una persona que viene de este terreno de acción y ha sabido, con una mezcla de humor y firmeza, hacer del género un eje transversal sólido, trabajando primero en la educación de sus colegas”. La organización no lleva a cabo acciones específicas con respecto al género, sobre el que reconoce que existe una diversidad de organizaciones y programas competentes. “Se ha preferido mantenerlo como eje transversal firme y seguir llenando otros vacíos estratégicos que existen en otras áreas”, concluyó el director.


“Tan fuerte como el de género y la ética, la colaboración ha sido un eje transversal donde Funredes puede haber sido en este campo una de las ONG la mas dispuesta y con el mayor grado de consistencia en la región”, agregó su director. Para él constituye una parte intrínseca del paradigma de la sociedad en red y señala “la vocación de pasarela” de la organización, que conecta entre sí grupos o regiones, proceso que se verá reforzado a partir de la recién estrenada membresía de APC. Reflejo de esto es la participación de Funredes en la Red sobre el impacto social de las TIC (RedISTIC), de la cual ha sido inspiradora.


El impacto social de las TIC (y cómo volverlo positivo) es el lema que inspira todos los programas y actividades de Funredes. La organización ha puesto en marcha y liderado, desde las épocas de REDALC, “una comunidad virtual vibrante de actores [relacionados con este impacto] con muchos experimentos avanzados y una gestión de proceso que algun@s han considerado como un modelo en la materia”. Se trata de la comunidad MISTICA (Metodología e impacto social de las TIC en América Latina y el Caribe), que “ha marcado una época en las TIC en la región, creando puentes entre academia y sociedad civil, fomentado la colaboración y abriendo caminos para el trabajo colectivo en red y el tema de la diversidad”. A partir de esta comunidad surgió OLISTICA (Observatorio latinoamericano y caribeño del impacto social de las TIC en acción), coordinado también por Funredes.


Más allá de estos programas, la organización está viviendo en este momento un proceso de transformación. “La nueva orientación de privilegiar la transferencia de nuestro saber hacer y experiencias de terreno, en todas las formas, a la coordinación de proyectos, la cual nos ha ocupado incansablemente en los últimos 18 años”, anunció un comunicado reciente de la organización. El objetivo es convertirse en un “think-tank”, un grupo de estudio, consultaría y educación.


Según lo explica su director, “Funredes no va a seguir siendo el coordinador incansable de proyectos que se ha conocido sino que tratará de ser el catalizador, facilitador y acompañador de proyectos ajenos mientras amplia su trabajo de reflexión para incidir en políticas públicas. Dentro de esta línea, es muy probable que Funredes estreche sus lazos con el mundo universitario en los próximos meses”.


APC y Funredes han trabajado juntos en diferentes oportunidades. Pimienta resume este proceso: “la relación distante en el origen, incluso con algunas tensiones ocasionales, ha ido, de manera paciente, tenaz, y finalmente muy natural, acercándose y convirtiéndose en colaboradora y ahora socia”. La Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información ha sido un proceso clave para dar sustancia a este acercamiento, sobre todo en el ámbito de “la acción colaboradora en el terreno”.


¿Cómo va a articularse el trabajo conjunto, a partir de le membresía de Funredes? “Por un lado está la impaciencia de los nuevos novios a “hacer cosas” juntos. Por el otro lado, está la situación actual de cambio en Funredes, que es una repuesta al exceso de dispersión de los años pasados, acompañada con una disminución de los recursos humanos disponibles, la cual llama a la paciencia y selectividad”. En el corto plazo, la idea es “enfocar de manera concreta acciones sinérgicas precisas”.




Autor: —- (APCNoticias)
Contacto: communications@apc.org
Fuente: APCNoticias
Fecha: 11/07/2006
Localidad: TOULOUSE, Francia
Categoría: Los miembros

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