“El potencial de uso del software libre es enorme entre las organizaciones de mujeres”, dijo con entusiasmo Lenka Simerska, e insistió en que dicho potencial “se basa en las necesidades y el creciente interés que hay en capacitación y trabajo en red”. Los comentarios de Simerska – una de las tres capacitadoras del equipo de mujeres de Transferencia de tecnología de la información (WITT, por su sigla en inglés)- corresponden al término del taller “TI para las mujeres”, que tuvo lugar en Praga, República Checa, del 23 al 25 de febrero de 2006.
El taller forma parte de un esfuerzo realizado en Europa central y oriental para que las organizaciones de mujeres tomen una mayor conciencia del poder que tiene el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) como herramientas estratégicas para la transformación social. Se realizó un taller práctico con herramientas de software libre, una introducción al concepto de las políticas TIC y una unidad de formación en estrategias de contenido en línea.
El taller estaba diseñado para mujeres que no son principiantes, a diferencia de otros cursos anteriores de WITT en países como Bulgaria y Macedonia. Entre las participantes había diseñadoras y editoras web, muchas de las cuales se volcaron a la tecnología debido al trabajo organizativo que se ven enfrentadas a hacer a diario.
En base a una extensa evaluación de las necesidades que hizo el equipo de WITT en lo previo, el taller logró algo fundamental: vincular la tecnología que usan las mujeres a la política en la cual se enmarca. Esta excelente combinación de teoría y práctica apunta a ayudar a las mujeres a tomar decisiones informadas a la hora de adoptar soluciones tecnológicas para sus organizaciones.
Simerska, coordinadora europea del PARM de APC, señaló que las participantes se mostraron deseosas de aprender todos los detalles sobre las aplicaciones específicas. Sin embargo, el WITT “no apuntaba solamente a brindar conocimientos específicos, sino también a generar una amplia comprensión del tema. Queríamos darle a las participantes el poder de elegir sus herramientas”.
La elección implica un conocimiento del ambiente en general y una pregunta que va más allá de cuál es el alcance de las herramientas. El origen de las soluciones tecnológicas, quién se beneficia, qué control tiene el/la usuario/a de las aplicaciones, la comprensión de las consecuencias en términos de seguridad y lo que sucede en su computador al instalar una aplicación, fueron algunos de los temas que se trataron durante el taller.
Software libre
El software libre fue uno de los grandes temas del taller, que se desarrolló en tres módulos y se realizó en la única sala de capacitación en GNU/Linux que hay en Praga – dirigido por el Universal Space NoD Roxy, un centro alternativo de multimedia. “WITT siempre estuvo fuertemente comprometido con el software libre, desde sus comienzos, en 2003”, afirmó Simerska.
La evaluación de necesidades mostró que existe cierto grado de conocimiento del software libre, pero que se limita a la idea de que el valor principal de dicho software libre es el hecho de ser “gratuito”. Las organizaciones de mujeres quedaron encantadas de conocer los pros y contras del software libre para las organizaciones no gubernamentales (ONG) y los problemas de seguridad y privacidad que conllevan, explorar las alternativas a las soluciones de software propietario, y probar el sistema operativo GNU/Linux en la práctica.
“Se puede hacer todo el misterio que sea en torno del software libre y lo supuestamente difícil que es manejarlo”, dijo Simerska. “A las participantes no se les dijo que estaban usando un sistema GNU/Linux, o la interfaz gráfica Gentoo, hasta bien avanzado el taller. Y se dieron cuenta de que podían hacer búsquedas, abrir aplicaciones y encontrar el camino de manera intuitiva”, agregó.
“Hay un enorme potencial de uso de software libre en las organizaciones de mujeres”, agregó, al destacar el creciente interés de las participantes de formar parte de la comunidad de usuarios de software libre y de ser capaces de modificar las herramientas para que éstas respondan a sus necesidades. “Desde ese punto de vista, algunas pueden volverse técnicas e interesarse más en temas más importantes de esta área”, declaró Simerska.
Una mujer, con diploma de “doula” [partera, en checo], desarrolló una aplicación para que la comunidad de doulas del país pueda comunicarse, trabajar en red y archivar sus experiencias, todo en línea. Formada en salud y como partera, su interés en conseguir apoyo para su ONG le sirvió de inspiración para aprender sobre TIC y convertirse en desarrolladora.
G de género: Agregarle la ‘G’ a las políticas TIC
El segundo módulo del taller se enfocó en la versión local de los problemas mundiales. “Las políticas TIC se le pueden presentar a las mujeres mostrándoles las consecuencias prácticas de las decisiones políticas, ejemplos que las tocan de cerca y herramientas y soluciones TIC que sean aplicables”, explicó Simerska.
Las participantes se sorprendieron especialmente al saber que internet tiene un papel muy importante en el tráfico de mujeres de la región. Empezaron a entrever posibilidades para el activismo en políticas locales de TIC al identificar los acuerdos firmados por República Checa en el plano internacional. “Las participantes se interesaron mucho en políticas TIC, incluso se enojaron por el estado actual de las cosas y están dispuestas a actuar”.
El tercer módulo del taller se centró en estrategias organizacionales de comunicación e introdujo a las participantes en el uso de sistemas de manejo de contenidos. El énfasis estuvo puesto, no tanto en una herramienta, sino más bien en estrategias para las cuales todas las herramientas pueden ser de utilidad.
Además de Simerska, de República Checa, el equipo de capacitación de WITT incluía a Joelle Palmeri, de Francia, y Christina Haralanova, de Bulgaria. Cada formadora aportó conocimientos y perspectivas muy particulares al taller.
Para WITT, la diversidad de conocimiento y experiencia de todo el equipo de mujeres del taller es clave. “Esta es una sociedad muy valiosa para el PARM, porque noscomplementamos”, concluyó Simerska. Este taller fue financiado por HIVOS.
