Un informe reciente, “Intermediarias de internet y violencia contra las mujeres en línea: políticas de usuarios/as y marco de reparación de Facebook, Twitter y YouTube” publicado por la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones en el marco del proyecto “Basta de violencia: derechos de las mujeres y seguridad en línea”, analiza las políticas de usuarios/as y los marcos de reparación de tres importantes empresas intermediarias de internet: Facebook, Twitter y YouTube, en relación a la violencia contra las mujeres en línea.
El estudio se concentra en las políticas de tres importantes intermediarias de internet, Facebook, YouTube y Twitter, con respecto a la violencia contra las mujeres en línea. El estudio busca describir las políticas corporativas de las intermediarias que permiten identificar, denunciar y rectificar incidentes de acoso o violencia contra las mujeres a través del servicio provisto por la intermediaria.
Además de proveer un resumen detallado de las políticas de usuarios/as relevantes para el tema, el estudio también compara el impacto y la eficacia de esas políticas contra el marco de los Principios rectores sobre las empresas y los derechos humanos de la ONU. Está diseñado para proveer a defensoras y activistas de información detallada sobre políticas relativas a la violencia contra las mujeres a fin de que puedan usar y criticar esos mecanismos e interactuar con las intermediarias de internet en torno a cómo mejorar los caminos de reparación ante la violencia relacionada con la tecnología.
Intermediarias de internet y violencia contra las mujeres en línea. Resumen ejecutivo y hallazgos
Los estudios de caso adjuntos brindan un análisis detallado de las políticas de usuarios/as y los marcos de reparación de Facebook, YouTube y Twitter. De los estudios de caso se desprende claramente que, aunque el abordaje de la violencia contra las mujeres difiere entre las tres empresas, la investigación permite condensar un conjunto de temas y tendencias dominantes. Entre ellos:
1. Renuencia a asumir un compromiso directo frente a la violencia contra las mujeres relacionada con la tecnología, hasta que se convierte en un problema de relaciones públicas. Esto sugiere una falta de valoración de la seriedad de la violencia contra las mujeres en línea y una falta de reconocimiento de la responsabilidad de la intermediaria en la toma de medidas para mitigar la frecuencia y seriedad de las instancias de violencia y proveer reparación.
2. Falta de transparencia sobre los procesos de denuncia y reparación, reflejada en la falta de información sobre los procesos que están al alcance de las víctimas de violencia relacionada con la tecnología.
3. Falta de compromiso con las perspectivas de las mujeres no norteamericanas/europeas.
4. Falta de compromiso público con las normas de derechos humanos o la promoción de derechos, más allá de fomentar la libre expresión.
De todos modos, las intermediarias de internet han dado algunos pasos positivos en años recientes para mejorar su abordaje y reacción ante ocurrencias de violencia contra las mujeres en línea. Estos incluyen:
- Compromiso con grupos interesados
- Mecanismos de denuncia simplificados y fácilmente accesibles
- Pasos proactivos para erradicar la violencia contra las mujeres.
Las tres empresas analizadas adoptan una postura destacada en favor del derecho a la libre expresión. Pero cuando se las confronta con preguntas complicadas sobre cómo harían para promover el acceso de las mujeres a la información y la expresión y a sus otros derechos humanos – como ser libres de discriminación y violencia – siempre prefieren enfatizar la expresión irrestricta, a menudo en desmedro de las mujeres.
Las intermediarias de internet analizadas en este estudio muestran varias falencias cuando se trata del reconocimiento del rol que juegan sus servicios en la facilitación de la violencia contra las mujeres y su responsabilidad de proveer caminos de reparación ante ese comportamiento. Sin embargo, resulta claro que muchas de estas falencias no surgen de una indiferencia maliciosa por los derechos de las mujeres, sino de la falta de conciencia sobre el tema y de qué pasos pueden darse para promover mejor los derechos de las mujeres en línea.
Cómo se hizo
El estudio de caso de Facebook se divide en unas pocas secciones principales: un análisis crítico de las tendencias principales, delineando el impacto y eficacia de las políticas y procedimientos de la intermediaria con respecto a la VCM mediante la utilización del marco de Principios rectores sobre las empresas y los derechos humanos, un desglose detallado de las políticas de usuarios/as y los mecanismos de reparación y la evolución de su abordaje de la violencia contra las mujeres en línea. Este formato de investigación se utilizó con las tres intermediarias de internet, para así brindar un análisis detallado de su abordaje y eficacia en el manejo de violaciones a los derechos humanos en relación a la seguridad en línea de las mujeres.
Las preguntas sobre la conformidad con los Principios condujo a las investigadoras a hacer recomendaciones para garantizar que Facebook cumpla sus obligaciones para mantener las normas de derechos humanos. Las recomendaciones incluyen la realización de un compromiso público de respeto a los derechos de las mujeres y las normas de derechos humanos; la adopción de una postura más proactiva en contra de la violencia contra las mujeres; la designación de una persona responsable del tratamiento de las denuncias relacionadas con VCM; y una mayor transparencia sobre los procesos de denuncia. Estas recomendaciones son algunas entre muchas sugerencias provistas en el estudio con el propósito de aumentar la seguridad en línea para las mujeres y para que a las usuarias les resulte más sencillo denunciar violencia de género en línea.
El estudio también examina las políticas de usuarios/as de Facebook mediante una descripción del compromiso del sitio con la privacidad y su proceso de denuncias de violaciones de la privacidad y de los derechos humanos, así como su compromiso para detener la violencia contra las mujeres. El estudio analiza la sección de Facebook referida a las autoridades legales y cuál es la posición del sitio sobre la cooperación con las autoridades para proteger la seguridad y priorizar las que se consideran amenazas “creíbles”.
Intermediarias de internet y violencia contra las mujeres en línea. Facebook: un estudio de caso
El estudio de caso de Twitter analiza las tendencias principales de esta intermediaria mediante una disección del impacto y la efectividad de sus políticas con respecto a la violencia contra las mujeres. El estudio revisa los procedimientos provistos por Twitter, incluyendo un análisis de la evolución del abordaje del sitio ante la violencia contra las mujeres, y provee recomendaciones para mejorar el entorno en línea para las mujeres.
Al igual que los otros dos estudios de empresas intermediarias, el análisis se basa en preguntas sobre la conformidad con los Principios rectores sobre las empresas y los derechos humanos. Tras el examen de las políticas de usuarios/as de Twitter y sus procedimientos de denuncia de violaciones, resulta evidente que el sitio enfatiza que los contenidos son sólo responsabilidad de los/as usuarios/as y, por lo tanto, su abordaje de la violencia contra las mujeres es ambiguo. El procedimiento de denuncia se basa en un “modelo de autodenuncia”, por el que las usuarias pueden hacer click sobre un botón de denuncia, que el estudio muestra paso a paso de manera gráfica. El estudio también examina las pautas de cooperación con las autoridades legales, también autoridades legales fuera de Estados Unidos, y muestra el proceso de interacción de Twitter con otras partes para facilitar el acceso a la justicia. De todas maneras, no queda claro a qué clase de denuncias se les da curso ni qué tratamiento reciben las denuncias.
El examen de las políticas de usuarios/as de Twitter y de su procedimiento de denuncias por violaciones saca a la luz los huecos en el abordaje de la violencia contra las mujeres. A la investigación le siguen recomendaciones al sitio para mejorar su privacidad y sus políticas de usuarios/as a fin de proteger la seguridad de las mujeres en línea. Una recomendación fundamental es la de aumentar la transparencia de sus procesos de denuncia.
Intermediarias de internet y violencia contra las mujeres en línea. Twitter: un estudio de caso
El estudio de caso de YouTube se llevó adelante mediante investigación de escritorio y análisis de sus políticas corporativas mediante el uso de preguntas enfocadas en la conformidad de la intermediaria con sus obligaciones de derechos humanos. Este estudio de casos fue diferente de los otros dos, con el añadido de una entrevista con una persona representante de YouTube.
Luego de responder a las preguntas sobre la conformidad con los Principios, el estudio brinda recomendaciones en base a los vacíos identificados en el abordaje que presenta YouTube en relación a la violencia contra las mujeres. El estudio continúa con un análisis de los procedimientos de denuncia de YouTube en base al tipo de queja que se recibe. El informe también provee las condiciones de servicio de YouTube en lo referido al acoso y el bullying, el discurso que incita al odio, las amenazas y el contenido violento explícito.
Resultó visible la existencia de vacíos en el tratamiento que hace YouTube de las denuncias referidas a contenidos y a la privacidad. Aunque las condiciones de servicio proveen un procedimiento técnico para realizar una denuncia o problema relativo al género, el aspecto de reparación no queda claro. El estudio también observa el requisito que hace YouTube de que la persona tenga una cuenta en Google para poder marcar y denunciar contenido, lo cual potencialmente plantea una amenaza para una persona que no tiene dicho tipo de cuenta.
Intermediarias de internet y violencia contra las mujeres en línea. YouTube: un estudio de caso
En el transcurso del 2014 se irán publicando más resultados de las investigaciones.
Estas investigaciones forman parte del proyecto “Basta de violencia: Derechos de las mujeres y seguridad en línea” de APC, financiado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Holanda (DGIS), y en base a una fuerte alianza con socios de siete países: Bosnia y Herzegovina, Colombia, República Democrática de Congo, Kenia, México, Pakistán y Filipinas. Para mayor información visite GenderIT.org y ¡Dominemos la tecnología!