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En la carpa blanca del Foro africano me encontré con Souhayr Velasen, vicepresidenta de la Liga de derechos humanos de Túnez y de la Federación internacional de derechos humanos (FIDH, por su sigla en inglés).


Durante los preparativos de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI) que se realizó en Túnez en noviembre de 2005, y durante la CMSI misma, el gobierno se dedicó a perseguir a las organizaciones no gubernamentales (ONG).


Se bloqueó el acceso a varios sitios web y se reprimió la libertad de expresión, tanto en el espacio físico como en el virtual. Así que ahora tengo curiosidad por conocer la situación de Túnez desde el cierre de la CMSI y la partida de la comunidad internacional.


El grupo de monitoreo tunecino del Intercambio internacional sobre la libertad de expresión (IFEX – International Freedom of Expression Exchange) de Túnez, creado durante el proceso de la CMSI, declaró en un comunicado de prensa del 23 de enero de 2007 que la situación aún no ha mejorado. El grupo le solicitó al nuevo Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que le recuerde al gobierno tunecino su obligación de respetar los derechos humanos. Y ello sin contar el compromiso asumido por el país al haber ratificado el Convenio internacional sobre derechos civiles y políticos.


Uno de los casos más conocidos de la represión en internet es el del escritor y abogado tunecino Mohammed Abbou, condenado a tres años y medio de prisión desde 2005 por criticar al presidente Ben Ali en una nota que publicó en línea. Varios grupos internacionales de derechos humanos y de los medios de comunicación han exigido su liberación sin condiciones, pero sin éxito hasta ahora.


“La situación ha ido empeorando desde la cumbre. Creo que estamos recibiendo un castigo por la CMSI. Ya casi no se puede trabajar. Numerosos sitios [web] han sido bloqueados, el correo electrónico no funciona, las líneas telefónicas se cortan, se prohíben las reuniones y se hostiga a las ONG. ¿Cómo trabajar en esas circunstancias?”, se pregunta Souhayr.


“La Liga tunecina de derechos humanos intentó realizar su asamblea general anual hace unas pocas semanas, pero no fue posible. Cuando llegamos, la policía estaba por todos lados. Bloquearon la entrada a la oficina y nos obligaron a irnos. Están destruyendo todos nuestros medios de comunicación y ya ni las oficinas nacionales ni las locales pueden realizar tareas básicas”, explica abiertamente la activista.


Souhayr está perdiendo la esperanza de que algún día se produzca un cambio en Túnez. Y el hecho de que se esté muriendo la ilusión es la peor parte, subraya. “Ya no creo en los cambios, y las ONG que se hicieron oír durante el proceso de la CMSI con sus actividades y su oposición crítica, ahora están silenciosas.”


Le pregunto si piensa que las ONG internacionales (y la comunidad internacional en general) han fracasado en el seguimiento de la situación de Túnez post-CMSI.


”Entiendo que hay varios asuntos de derechos humanos para atender en el mundo y que Túnez es sólo un país. Me gustaría establecer una mayor cooperación con los numerosos amigos y organizaciones con los que trabajamos durante la CMSI, pero en este momento, tendrá que ser fuera del país. No es posible trabajar desde allí ahora. Al menos no en cuestiones de derechos humanos”, es la respuesta de Souhayr.


En abril de 2007, Souhayr será candidata a la presidencia del FIDH, contra su contrincante de Colombia. Si gana, será la primera mujer presidente del FIDH.




Autor: —- (Rikke Frank Jorgensen)
Contacto:
Fuente: APCNoticias
Fecha: 30/01/2007
Localidad: NAIROBI, Kenia
Categoría: Derechos en Internet

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