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Los y las escolares de Bangladesh, al igual que la mayoría de los niños y niñas de todo el mundo, quieren estar conectados. En un país compuesto mayormente de poblaciones rurales que viven de la agricultura de subsistencia, el acceso a internet y los conocimientos de informática no necesariamente están siempre en la lista de prioridades de las escuelas y comunidades pequeñas. Sin embargo, los y las bangladeshíes se dan cuenta de que estar al día con la tecnología es importante para poder salir de la pobreza. En un país donde sólo uno de cada dos varones y tres de cada cien mujeres pueden leer, el acceso a la información (especialmente a través de las TIC), puede significar el acceso a una carrera a largo plazo, o nuevas técnicas agrícolas.

D.Net, una organización sin fines de lucro orientada a la tecnología para el desarrollo económico, vio la necesidad de crear contenido en bengalí para atender las necesidades de información de la población rural. En un esfuerzo por ayudar a jóvenes de zonas rurales desfavorecidas a desarrollar sus habilidades informáticas, la organización creó el Programa de Alfabetización Informática (PAI) para enseñarles a usar las computadoras. En junio de 2009 D.Net estaba coordinando 107 centros de alfabetización informática en 39 distritos de todo el país, y un total de 18556 estudiantes habían terminado los cursos. D.Net quiso investigar qué tipos de información los y las estudiantes, sus padres y maestros necesitan, y cómo ven la tecnología. Al emplear la Metodología de Evaluación de Género de APC para realizar el estudio, descubrieron puntos de vista sorprendentes sobre la tecnología que, creen, no habrían surgido si no se hubiera tomado en cuenta el género.

Contra los preceptos culturales: el acceso de las niñas es un desafío

La investigación de GEM reveló que las cuestiones culturales desempeñan un papel muy importante en relación con el acceso de las niñas a una computadora y a internet, mucho más que la falta de dinero o de recursos. Mahmud Hasan, uno de los fundadores de D.Net y coordinador de programas, quien ayudó a dirigir el estudio CLP, explica que a menudo a las niñas se les impide incluso la posibilidad de participar en cualquier tipo de formación en informática, ya que se considera socialmente inapropiado.

“Las clases de computación en las escuelas son extra curriculares y por lo general se realizan antes o después de las clases regulares. El mayor problema es que las niñas tienen que quedarse en la escuela después de horas cuando afuera ya está oscuro. Así que a pesar de su interés, no se les permite asistir al curso”.

Pero no se deja a las niñas “en la oscuridad” sólo por esta razón; es evidente que toda la comunidad favorece más el acceso a la informática para los niños que para las niñas.
Mahmud explica que no sólo los padres fomentan más el acceso de los hijos por sobre las hijas, sino también las y los maestros en general promueven el acceso a internet de los varones más que el de las niñas; y esta mentalidad se puede encontrar en toda la comunidad.

“Si un niño asiste a un curso de computación, los miembros de la comunidad lo alientan a que continúe, pero hay opiniones encontradas cuando se trata de las niñas. Los mayores y los miembros de la comunidad preguntan a la niña por qué quiere complicarse la vida, especialmente cuando ya pasa mucho tiempo en la escuela y tiene muchas tareas en su casa”, dice Mahmud.

Incluso los patrocinantes de D.Net parecen favorecer a los chicos. Para financiar sus actividades muchas veces acuden a los bangladeshíes que viven fuera del país. Estos inmigrantes generalmente apoyan escuelas de los pueblos en donde nacieron y se criaron. “Nos dimos cuenta de que pocas escuelas de niñas recibían apoyo, a no ser que la persona que donaba el dinero fuera mujer”, explica Mahmud.

La evaluación de GEM hizo que el equipo de Mahmud reviera sus políticas de financiación y, en vez de dejar a los auspiciantes elegir las escuelas que querían apoyar, les pidieron flexibilidad para ayudar a las que más lo necesitaban. Como consecuencia de ello, ahora D.Net apoya tanto escuelas de niños como de niñas y el 52% de los estudiantes que completaron cursos son chicas.

TIC para generar ingresos

El estudio de GEM reveló que, las niñas también vieron la utilidad de las TIC para la generación de ingresos a través de artesanías y textiles, algo que ninguno de los varones mencionó.

“Cuando se les preguntó acerca de los otros beneficios de tomar una clase de computación, las respuestas de los niños y las niñas fueron diferentes”, indica Mahmud. “Las niñas vieron cómo aplicar la informática para crear nuevas oportunidades de generación de ingresos para el hogar. Las respuestas de los varones apuntaron a conseguir empleos, hacer negocios informáticos e instalar cibercafés o telecentros. Las niñas entrevistadas nos dijeron que podían conseguir diferentes tipos de diseños en la computadora, para utilizarlos en la producción de artesanías, como la fabricación de alfombras”.

GEM descubre lo invisible

Al ser una metodología desarrollada para identificar las brechas de género en los proyectos de TIC, GEM ayuda a medir cuestiones cualitativas no tan tangibles relacionadas con las creencias culturales, diferencias de género sutiles (y no tan sutiles) y otros factores que quizás no sean visibles o concretos, pero tienen un impacto enorme en el éxito o el fracaso de un proyecto.

La apuesta de D.Net a usar el GEM proviene del hecho de que entienden que la tecnología se construye socialmente, lo que significa que las normas sociales y culturales tienen un impacto directo sobre los roles de género y, por lo tanto, hasta qué punto el acceso a las TIC es socialmente aceptable y apropiado para niños y niñas. En Bangladesh, por ejemplo, esto se expresa a través de la voluntad de los padres a enviar a sus hijas a clases de computación, que es marcadamente diferente cuando se trata de un varón.
Si bien el personal de D.Net entiende que un proyecto rural de TIC para el desarrollo no puede abordar de forma automática las diferencias de género relacionadas con el acceso, GEM les da las herramientas que necesitan para planificar y garantizar conscientemente que las mujeres y las niñas tengan igualdad de oportunidades y acceso durante todo el ciclo del proyecto. La aplicación de la “lente de género” del GEM (una perspectiva analítica de género) durante la planificación, la recopilación y el análisis de los datos permitió a D.Net construir en el proyecto oportunidades importantes para las niñas, porque las madres, maestras y las propias niñas y sus necesidades se tuvieron en cuenta en forma directa. D.Net planea expandir el proyecto de PAI a 1000 escuelas para el año 2011 y va a concentrarse especialmente en las escuelas de niñas.

D.Net: Liderando el camino del GEM en Bangladesh

Más convencido que nunca de que para cambiar las condiciones sociales en Bangladesh deben tenerse en cuenta las necesidades de las mujeres y las niñas, D.Net organizó recientemente (a mediados de febrero) la primera capacitación local sobre GEM en Bangladesh, en la que participaron diez organizaciones de desarrollo, tales como Action Aid Bangladesh.

“El objetivo fue hacer una presentación del GEM para los activistas de desarrollo de Bangladesh”, dice Mahmud. “El entusiasmo de los participantes nos mostró la posibilidad de trabajar juntos a largo plazo”. Mahmud explica que fue alentador ver que las personas que participaron en la capacitación se sintieron comprometidas a incorporar el GEM en sus propias estrategias de monitoreo y evaluación, y que pidieron una capacitación más a fondo, así como apoyo adicional para presentar la metodología a sus socios. “Esto creará una nueva oportunidad para llevar la igualdad de género a decenas y, si fuera posible, incluso a cientos de iniciativas en Bangladesh”, dice Mahmud.

Foto: “Mark Knobil via Flickr”:http://www.flickr.com/photos/knobil/

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