Al comienzo, llegar a instalar telecentros con equipos computacionales que usan el sistema operativo abierto como Linux no fue un proceso sencillo. En Chile el grado de penetración de sistema operativo Windows es bastante importante, y el sólo hecho de encontrarse con algo distinto generó muchas veces resistencias por parte de las organizaciones y comunidades. Lo que observamos es que se hacía la asociación de “software libre” con un tema de reducción de costos y que por lo tanto era de mala calidad. Por lo tanto, hubo un tiempo importante invertido en la primera etapa de la ejecución del proyecto para sensibilizar y difundir el uso de Linux y de los programas y aplicaciones de software libre asociados.
Después del primer año de cada telecentro se observa un cambio notorio en la relación entre usuarios y sistema operativo, acostumbrándose a Linux y notando sus ventajas como un sistema estable, que no permite la presencia de virus en los equipos y redes.
Gracias a esto, tanto las organizaciones como los usuarios se han familiarizado con el software libre, conocen un poco más de la visión filosófica y el sentido detrás de esta opción, pero sin duda, existe un camino a realizar para aprovechar al máximo sus ventajas y potencialidades.
Un aspecto clave de este proceso lo estamos desarrollando actualmente al pasar de un sistema de funcionamiento tecnológico centralizado a uno más autónomo para cada uno de los telecentros, en vías de potenciar la sustentabilidad tecnológica y una mayor capacidad de las organizaciones en la toma de decisiones sobre el funcionamiento y operatividad de los telecentros.
Foto: El programa Redes optó por el uso del sistema operativo Linux por sus licencias gratuitas, facilidad para generar un sistema de monitoreo en línea, estabilidad del sistema y seguridad ante virus informáticos.