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The thing about
El problema con los juegos es que su poder de absorción es muy difícil de explicar a los que no juegan. Y no estoy hablando de esos jueguitos recreativos sin sentido que te ayudan a pasar el rato (aunque creo que el tiempo invertido frente a una pantalla es totalmente legítimo. ¡Larga vida a Candy Crushers!). Me refiero a los videojuegos de estrategia en tiempo real o RTS (siglas en inglés de real-time strategy) con decenas de miles de jugadores compitiendo por la gloria.
¿La gloria?, dice la gente en tono despectivo. ¡Sí! Y si no lo entiendes, mejor. Te puedes ahorrar la adicción. En el juego hay gloria – que es objeto de gran envidia y deseo. Y aunque no le importe a nadie en la vida real, la gloria que se logra en los mundos virtuales no es menos cautivante psicológicamente que cualquier otra recompensa en la que hayas invertido mucho tiempo y esfuerzo.
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