Entrevista de APCNoticias a David Souter, autor de libro “¿De quién es la cumbre? ¿De quién es la sociedad de la información? Los países en desarrollo y la sociedad civil se hacen oír en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información”.
APCNoticias: ¿Qué temas figuraban en la agenda de la CMSI, la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información?
David Souter: En cierto sentido, todos. El concepto de “sociedad de la información” es a la vez vago y muy abarcador. Cada participante quería decir algo diferente con esa expresión. Pero, en la práctica, la CMSI sólo trató un número reducido de asuntos: TIC (tecnologías de información y comunicación) y derechos humanos (hasta cierto punto); TIC y desarrollo (también hasta cierto punto); financiación de la infraestructura y gobernanza de internet. No se discutieron numerosos aspectos de lo que se podría considerar incluido en la “sociedad de la información”.
APCNoticias: ¿Por qué motivo te parece que las cumbres podrían no ser el espacio más adecuado para tratar temas de TIC?
DS: Las cumbres se hacen para ayudar a los gobiernos a llegar a consensos mundiales sobre grandes temas que resultan difíciles en los foros establecidos. Eso sucede gracias a la vergüenza que implica el no lograr que se firme un acuerdo al final de una cumbre. Estos textos son entonces acuerdos diplomáticos. Además, las cumbres son la mejor manera de tratar problemas para los cuales se necesita actuar con urgencia y el rango de acciones posibles es limitado. Son menos buenas para lidiar con oportunidades.
Kofi Annan dijo que la CMSI fue la primera cumbre que se ocupó, sobre todo, de una oportunidad. El abanico de temas y oportunidades que se podría incluir en la sociedad de la información es enorme. Los textos acordados son muy pobres en lo que refiere a esos asuntos y muchos gobiernos no ven la necesidad de ocuparse de esa área. Las principales decisiones se seguirán tomando siempre en los foros más técnicos, como la UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones), la OMC (Organización Mundial de Comercio), ICANN (Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números, por su sigla en inglés) y demás.
APCNoticias: ¿En qué se diferenció la CMSI del modelo habitual de una cumbre?
DS: Primero, se organizó en dos fases (en lo visible, para separar los “principios” de la “implementación”, pero en realidad, porque el sistema de la ONU no pudo decidir entre los dos gobiernos que se ofrecieron como anfitriones, Suiza y Túnez). Segundo, la organizó la Unión internacional de telecomunicaciones (UIT), una agencia técnica, en lugar de la ONU central. Por lo tanto, hubo una dicotomía subyacente entre los enfoques tecnocráticos a los que está acostumbrada la UIT, y los enfoques del desarrollo, que son más propios de agencias como la UNESCO o el PNUD.
APCNoticias: ¿Cuáles fueron las consecuencias de que la UIT fuera la principal organizadora de la cumbre?
DS: Estableció el tipo de participación y, por lo tanto, el tono de la discusión. El hecho de que la UIT haya tenido el papel de líder significó que las invitaciones fueran dirigidas a ministros y ministras de telecomunicaciones, lo que hizo más estrecha la participación de las delegaciones nacionales. Si el rol de liderazgo hubiera estado a cargo de otras agencias, probablemente la participación habría sido más diversificada.
APCNoticias: ¿Cuáles fueron los beneficios y los costos que significó la estructura en dos etapas para los países en desarrollo y la sociedad civil?
DS: No creo que los países en desarrollo se hayan beneficiado con el proceso en dos etapas. Una cumbre de una sola fase (que, en definitiva, constituye un proceso de dos años, y no un evento de tres días) habría servido para generar conciencia sobre la importancia del tema y, probablemente, sacar conclusiones más sustantivas al final de la primera reunión de la cumbre. La sociedad civil puede haberse visto un poco más beneficiada a raíz de la experiencia de trabajo en red, pero esa parte fue menos efectiva en la segunda fase. El principal obstáculo fue el costo. Participar en la CMSI fue muy caro para los países en desarrollo y (sobre todo) para la sociedad civil.
APCNoticias: ¿Te parece que la participación de los países en desarrollo y la sociedad civil en la CMSI tendrá un impacto de larga duración en los procesos permanentes de toma de decisiones a nivel internacional?
DS: En general, no. Las dificultades que enfrentan los países en desarrollo en cuanto a la representación de sus intereses ante los organismos internacionales oficiales de toma de decisiones, como la UIT y la OMC siguen siendo graves. Esto figura claramente en el informe de Louder Voices [al que se hace alusión en el libro] sobre la Fuerza DOT, en 2002, y se mantiene casi sin cambios.
Además, la sociedad civil tiene una capacidad limitada para involucrarse en esas instituciones, sobre todo en lo que concierne a recursos financieros y pericia técnica. Quizá la única área en la que ha habido cambios es internet. El único cambio real es el Foro de gobernanza de internet (FGI), muy valioso e innovador como foro de discusión, pero no es un espacio de toma de decisiones. Es difícil decir si ha habido algún otro cambio significativo en procesos de toma de decisiones de interne que haya sido consecuencia de la CMSI.
APCNoticias: Tu investigación revela que la CMSI logró aumentar el interés de los gobiernos del mundo en desarrollo en la información y la comunicación para el desarrollo, pero tuvo un impacto insignificante –cuando no negativo- en el interés de los financiadores. ¿Podrías explicar por qué parece haber contribuido la CMSI en la declinación del entusiasmo de los organismos financiadotes bilaterales, y quizá también los multilaterales?
DS: En algunos países en desarrollo aumentó el interés en las TIC para el desarrollo desde la CMSI, tanto en los gobiernos que participaron, como en la sociedad civil. Pero la cumbre no constituyó un gran avance en la reflexión sobre TIC para el desarrollo. Eso sucedió dentro y a través de diferentes foros.
Todas las cumbres generan una suerte de cansancio sobre ciertos temas y la CMSI provocó aún más, porque se prolongó durante cuatro años (en lugar de dos) y se hizo en dos etapas (en lugar de una). En ese tiempo surgieron otros temas relativos al desarrollo, en particular la defensa del ambiente y el cambio climático. Los intereses de las agencias se orientan hacia los temas de mayor prioridad aparente en cada momento, y fue difícil mantener el mismo grado de atención hacia las TIC para el desarrollo en esferas de alto nivel durante cuatro años.
La CMSI también se perdió la oportunidad de reunir a las TIC y el desarrollo en un discurso único sobre qué se podría hacer, de modo que no significó un avance en cuanto al logro de consensos en esa área. El resultado fue que, aunque la CMSI declaró la fundamental importancia de las TIC para el desarrollo en Ginebra y en Túnez, el tema fue apenas mencionado en la cumbre donde se había concentrado la atención de la comunidad del desarrollo: la Cumbre de revisión del milenio, organizada en 2005 por la ONU.
APCNoticias: La CMSI fue un evento que no se repetirá. ¿Por qué, en el período post CMSI, resulta importante analizar la participación e influencia de los países en desarrollo y la sociedad civil en la cumbre?
DS: Podemos aprender bastante de la CMSI en cuanto a cómo lograr diversificar la participación en estas cumbres y otras reuniones equivalentes, y cuáles son los desafíos. Podemos aprender bastante, también, sobre el valor relativo de las cumbres y otros foros (sectoriales, regionales, temáticos, etc.). Además, hubo progresos en cuanto a las relaciones dentro y entre los diferentes sectores, que pueden desarrollarse aún más.
APCNoticias: ¿Qué lecciones pueden aprender los países en desarrollo a partir de la experiencia de la CMSI?
DS: Creo que la respuesta es muy diferente según los países. Pero me parece que los que más ganaron de la CMSI son los que la tomaron como una oportunidad para comprometerse en discusiones más diversificadas sobre cada tema a nivel interno y para mejorar la calidad del debate (tanto en cuanto a información como a entendimientos).
Mi sensación es que la CMSI mostró dos cosas, al menos por omisión. Primero, que es importante desarrollar un área común de entendimiento sobre el potencial de las TIC para el desarrollo entre la comunidad del desarrollo y la de TIC. Eso requiere que cada una escuche las prioridades de la otra. Segundo, que es sistematizar y analizar mejor las experiencias de TIC para el desarrollo. La CMSI no hizo ninguna de las dos cosas, pero mostró su importancia. Es poco probable que se haga un uso efectivo de las TIC para el desarrollo si no se estudia esta intersección de manera más eficaz.
APCNoticias: ¿Y la sociedad civil?
DS: Ambos puntos se aplican también a la sociedad civil. Creo que es realmente importante que las organizaciones de la sociedad civil dedicadas al tema de TIC para el desarrollo se involucren más con las organizaciones oficiales del desarrollo de su país: no para “convertirlas” a los maravillas de las TIC, sino para buscar un entendimiento común que les permita trabajar juntas de manera eficiente. Creo que las OSC que participaron en la CMSI han aprendido muchas lecciones valiosas sobre el trabajo en red. Pero deberían evaluar los costos y beneficios de su participación. Buena parte de ello será muy específico para cada organización.
APCNoticias: ¿Cuál es el futuro de las TIC para el desarrollo? ¿Te parece que sigue siendo un concepto o enfoque,relevante, o que ha sobrevivido a su novelería?
DS: El hecho de que tuviera un valor como “novedad” fue un problema grave, desde mi punto de vista. Buena parte de lo que se escribió sobre TIC para el desarrollo a fines de la década del 90 y a principios de este siglo era muy superficial – con el foco puesto en que lo que podían lograr las TIC en circunstancias ideales, más que en contextos reales de desarrollo. La ausencia de pruebas sustanciales también ha sido un gran problema. Así que es esencial quitar el valor de novedad para que las TIC puedan hacerse un espacio en el abanico de actividades futuras del desarrollo.
Un ejemplo de ello es la importancia de establecer vínculos entre las TIC y comportamientos existentes en el área de las comunicaciones. La gente usa radios, teléfonos y computadores de maneras muy diferentes. Se ha insistido demasiado en la unidad de las TIC y demasiado poco en su diversidad. Pero el punto clave es construir un entendimiento común entre los y las profesionales de TIC y los y las del desarrollo, para poder explorar el potencial de las TIC en su contexto de manera más efectiva. Es importante analizar críticamente cuál es su verdadero valor y cómo se puede maximizar, lo que constituye tanto una cuestión sobre políticas de desarrollo, como una del área de la tecnología.