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La Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI) es una conferencia de las Naciones Unidas liderada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Su objetivo es impulsar un nuevo marco global para abordar los desafíos que plantea el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Desde su propia concepción inicial, la CMSI difiere de otras conferencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por su desarrollo en dos etapas: la primera tuvo lugar en Ginebra, del 10 al 12 de diciembre de 2003, y la segunda se realizará en Túnez del 16 al 18 de noviembre de 2005.


A diferencia de otras conferencias previas de la ONU, la CMSI aspira a incorporar un enfoque consensual de múltiples actores –conocido como “proceso de múltiples interesados” – (que refleje los intereses de los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil) en las deliberaciones.


Del 17 al 25 de febrero de 2005 se realizó en Ginebra la reunión del Segundo Comité Preparatorio de la CMSI para la segunda etapa, conocido como PrepCom 2. Durante ese encuentro se trataron tres temas: mecanismos de financiación, gobernanza en internet y marco político (Political chapeau) y parte operativa (en síntesis, una reafirmación de la Declaración de Ginebra y una propuesta de aplicación del Plan de acción de Ginebra).


Ginebra : La primera fase (2001-2003)


Durante la primera etapa de la cumbre en Ginebra, los gobiernos no pudieron ponerse de acuerdo en dos áreas: la gobernanza de internet (quién tiene el control) y los mecanismos de financiación (quién paga). Estos últimos incluyen una controvertida propuesta de creación de un Fondo de Solidaridad Digital. Ante la imposibilidad de lograr un consenso sobre estos temas en el tiempo disponible, el secretario general de la ONU creó dos grupos de trabajo cuya tarea es discutir diversas opciones y ofrecer recomendaciones a los interesados para deliberar en la Fase II, con la esperanza de que los gobiernos se pongan de acuerdo durante la Cumbre de Túnez.


Las organizaciones de la sociedad civil que participaron del proceso dieron a conocer en Ginebra su propia Declaración, en la cual se destacaban claras diferencias conceptuales con los gobiernos respecto de la visión de la “sociedad de la información”. Si bien en los documentos oficiales se incluyó parte del lenguaje impulsado por la sociedad civil, (como el referido a la promoción de los derechos humanos), al analizar los textos con detenimiento se descubre la imagen de una sociedad de la información centrada en la tecnología e impulsada por intereses comerciales. Ello se opone directamente a la concepción de la tecnología como una herramienta de desarrollo igualitario. Fuertes grupos de presión, como el de los medios corporativos, dejaron su huella en los documentos, dejando a otras formas más democratizadoras de la comunicación (el caso de los medios comunitarios) al margen de la sociedad de la información.


Los documentos (una “Declaración” política y un Plan de acción concreto) aprobados en Ginebra en diciembre de 2003 tampoco resolvieron cuestiones críticas tales como la promoción del uso de software libre, o la exigencia de someter al “fuerte” sistema de derechos de propiedad intelectual a las necesidades de una agenda del desarrollo. La sociedad civil, en su Declaración, ha sostenido que las herramientas internacionales de reglamentación existentes, incluidos el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) y los instrumentos de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), deberían revisarse para garantizar que promueven la diversidad cultural, lingüística y mediática, y que contribuyen al desarrollo del conocimiento humano. Algunos gobiernos, particularmente el de Estados Unidos, se han opuesto firmemente a incorporar aspectos del comercio de bienes y servicios en el proceso de la CMSI. El argumento es que el ámbito natural para esos temas lo constituyen la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la OMPI.


Túnez: La segunda fase (2004-2005)


Debido a las dificultades que enfrentaron los gobiernos para alcanzar acuerdos sólidos en la primera fase de la CMSI, y dada la falta de una carencia general de visión, dirección y liderazgo, la fase de Túnez tuvo un comienzo difícil.


Primera reunión del Comité Preparatorio (PrepCom 1)


En junio de 2004 se realizó la primera reunión del Comité Preparatorio (PrepCom) de la segunda fase en Hammamet, Túnez. En esta reunión se acordó que el proceso de preparación tendría dos objetivos:


- Por un lado, debía ofrecer soluciones respecto de la aplicación y el monitoreo de las decisiones tomadas por los diversos actores de Ginebra en los planos nacional, regional e internacional. Ello debería situar un énfasis específico en las dificultades que enfrentan los países menos desarrollados.


- Por otro lado, la segunda fase deberá ofrecer una solución para los temas que quedaron sin resolver en Ginebra, tales como la gobernanza en internet y los mecanismos de financiación para los países del Sur.


Durante el PrepCom hubo consenso en cuanto a que los acuerdos alcanzados durante la Fase I no estarían abiertos a una nueva discusión.


Durante esta reunión se suscitó un acalorado debate en torno de los derechos humanos y la libertad de expresión en el país que será sede de la segunda fase. Dicho debate hizo que el trabajo de la sociedad civil, en particular, fuera muy difícil porque la mayoría de las reuniones, más allá de los temas que se discutían, fueron objeto de constantes interrupciones y disrupciones por parte de grupos favorables al gobierno de Túnez.


Empezar el trabajo sobre gobernanza en internet y mecanismos de financiación


La labor del Grupo de Trabajo sobre Mecanismos de Financiación (GTMF) y del Grupo de Trabajo sobre Gobernanza en Internet (GTGI) empezó en 2004. Los miembros de ambos pertenecen a los gobiernos, al sector privado y a la sociedad civil, y empezaron a trabajar en los informes que se presentarán durante los PrepCom 2 y 3 (en febrero y septiembre de 2005 respectivamente).


Segundo Comité Preparatorio (PrepCom 2)


El segundo Comité Preparatorio de la CMSI para la segunda fase, conocido como PrepCom 2, se realizó del 17 al 25 de febrero de 2005 en Ginebra.


En la reunión de febrero se trataron tres temas:


- Mecanismos de financiación


- Gobernanza en internet


- Marco político (Political Chapeau) y parte operativa (en síntesis, una reafirmación de la Declaración de Ginebra y un plan de aplicación del Plan de Acción de Ginebra)


Mecanismos de financiación para los países en desarrollo


Respecto de los mecanismos de financiación, el GTMF presentó su informe para que los interesados discutieran y negociaran el lenguaje de la versión final, que luego se insertará en la parte del documento que trata sobre el marco político y la parte operativa.


El señor Shoji Nishimoto, administrador asistente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y director de la presentación del informe, dijo claramente que “la tarea del Grupo de Trabajo fue difícil. Las finanzas para el desarrollo son un asunto complejo, en el mejor de los casos. La necesidad está creciendo, de modo que hay que estudiar la cuestión de la “adecuación” de los mecanismos de financiación existentes para las TIC para el desarrollo en el contexto de la financiación disponible para un conjunto más amplio de metas del desarrollo. Como primer paso, el Grupo de Trabajo se propuso brindar un diagnóstico de la situación y obtuvo importantes resultados que ofrecer, así como varias opciones y recomendaciones para realizar mejoras e innovaciones que implican una mayor coordinación intersectorial e interinstitucional de los programas de financiación y las iniciativas de desarrollo de TIC”.


El debate intergubernamental sobre los resultados y conclusiones del informe del Grupo de Trabajo, tal como se puso operativo como texto para el capítulo dos, fue intenso. Uno de los temas claves era el peso relativo de las finanzas del sector privado y el público a la hora de financiar TIC para el desarrollo. En las secciones del texto acordado al final del PrepCom se reflejan cuatro aspectos de ese asunto:


“24. En el pasado, la financiación de la infraestructura de TIC se basaba en la inversión pública en la mayoría de los países en desarrollo. Ultimamente ha habido un flujo significativo de inversiones en los casos en que se ha alentado la participación del sector privado, en base a un marco regulatorio seguro, y en los casos en que se han implementado políticas públicas que apuntan a crear un puente sobre la brecha digital.


28. Subrayamos que las fuerzas del mercado, solas, no pueden asegurar la plena participación de los países en desarrollo en el mercado mundial de los servicios que habilitan las TIC.


30. Reconocemos que, debido al creciente impacto de la inversión sostenible del sector privado en infraestructura, los donantes públicos multilaterales y bilaterales están destinando recursos públicos a otros objetivos del desarrollo, que incluyen Programas estratégicos de reducción de la pobreza, reformas políticas y oficialización de las TIC y desarrollo de capacidades. Alentamos a todos los gobiernos a brindar la prioridad adecuada a las TIC, incluso a las tradicionales como radio y televisión, en sus estrategias nacionales de desarrollo. También animamos a las instituciones multilaterales, así como a los donantes públicos bilaterales, a considerar también la posibilidad de brindar más apoyo financiero para los proyectos regionales y nacionales a gran escala de infraestructura de TIC y desarrollo de capacidades relativas.


31. Reconocemos que las finanzas públicas tienen un papel crucial en la provisión de acceso a TIC y servicios para las áreas rurales y las poblaciones menos privilegiadas.” (Nota del presidente del Subcomité: Capítulo 2 revisado de la Parte Operativa (Mecanismos financieros) 25 de febrero de 2005).


Texto completo (en inglés): http://www.itu.int/wsis/docs2/pc2/off11ann1.pdf


Esto constituye una nueva configuración de la relación entre las finanzas públicas y privadas para las TIC para el desarrollo. A su vez, ello modifica la expectativa anterior de que la financiación del sector privado alcanzaría para cubrir las necesidades de infraestructura de TIC en los países en desarrollo. El cambio necesario consiste en adoptar una posición que implique un mayor equilibrio entre las contribuciones del sector público y el privado.


TIC para el desarrollo (TICD)


Algunos representantes de la sociedad civil propusieron un texto específico a incluir en el Capítulo Dos que destaca el papel central de la financiación pública para las TIC para el desarrollo y la contribución de las iniciativas y redes comunitarias –tanto a cargo de la comunidad, como propiedad de la misma- para el empoderamiento social y el desarrollo sustentable. En esos dos aspectos, el trabajo de cabildeo de la sociedad civil fue un éxito y ambos se incorporaron al Capítulo Dos con el apoyo de delegaciones gubernamentales del mundo en desarrollo y el industrializado.


La versión en la práctica del nuevo equilibrio entre lo público y lo privado, así como la inclusión de roles y financiación comunitarios, son cuestiones de extrema importancia para el futuro de la sociedad de la información y el papel que tendrán las TIC en el logro de las metas de desarrollo nacional y los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).


En cierto sentido, este es el sacrificio clave del proceso de la CMSI, en lo relativo a las finanzas. Parecería que al eliminar la presión que se ejercía sobre los países industrializados y los donantes, y al crear un Fondo Mundial de TIC para financiar la extensión de la sociedad de la información hacia los países en desarrollo, se ha llegado casi a un acuerdo respecto de esta nueva configuración de las finanzas públicas y privadas y se nota una voluntad mayor de alineación con los mecanismos de financiación existentes para las prioridades nacionales de desarrollo. Esto es de suma importancia para el trabajo futuro de ampliación de la infraestructura de TIC, el acceso a las mismas, la capacidad para utilizarlas y la creación de contenidos y aplicaciones adecuados en las zonas rurales y más desprovistas del mundo en desarrollo.


También ayuda poner en perspectiva el modo en que los gobiernos recibieron la idea del Fondo de Solidaridad Digital. El acuerdo de tratarlo como un fondo voluntario, abierto a los interesados, lo convierte en un mecanismo financiero complementario del abanico de mecanismos remodelados disponibles para las TIC para el desarrollo. El éxito de dicho Fondo dependerá de los interesados.


Al mismo tiempo, el nuevo equilibrio entre la financiación pública y privada de TIC para el desarrollo abre una nueva posibilidad para tomar en cuenta seriamente las áreas rurales y desprovistas, así como para introducir nuevas políticas y modelos financieros en el sector, en base a bienes y finanzas públicos, así como a un “acceso abierto” a los enfoques sobre infraestructura. Y ello también dirige la atención hacia el importante cambio que se está dando respecto de la Ayuda Oficial para el Desarrollo, en particular dentro del contexto de los Objetivos de Desarrollo del Milenio –es decir que dependerá de los gobiernos del Sur el hecho de priorizar las TIC para el desarrollo en sus estrategias nacionales, incluyendo lo que hoy se conoce como estrategias de reducción de la pobreza basadas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio.


Para que las TIC sean prioritarias dentro de estas estrategias más generales de desarrollo, no sólo habrá que llevar a cabo con mayor eficacia el proceso de incorporación de TIC para el desarrollo a la corriente oficial sino que, en muchos casos, habrá que hacer eso mismo en situaciones en las que la infraestructura física, los procesos políticos y la conciencia de la comunidad del desarrollo aún no sean una realidad. Ahora no sólo se cuenta con el espacio para repensar las políticas de TIC para el desarrollo y con el papel facilitador del desarrollo que tienen las TIC gracias a las nuevas tecnologías disponibles, sino que más bien resulta imperativo hacerlo, a fin de que la agenda inclusiva del desarrollo sea una realidad.


Así que, en síntesis, lo que está a punto de suceder a raíz de la CMSI y otros cambios ocurridos en el ambiente del desarrollo es un cambio fundamental en el enfoque de la financiación de TIC para el desarrollo, junto con los desafíos y oportunidades que plantea este proceso de cambio. Si bien la financiación de la infraestructura por parte del sector privado es importante, ya no es esencial, y la ayuda para las actividades de TICD dependerá de la prioridad que le otorgue cada país en desarrollo a ese sector en sus políticas de desarrollo y a las estrategias de reducción de la pobreza que suponen los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Por otro lado, se abre un espacio mayor para la financiación pública destinada a TIC para el desarrollo por parte de los bancos y donantes multilaterales. Y es probable que el Fondo de Solidaridad Digital recolecte y desembolse fondos para TIC para el desarrollo a nivel local.


Software libre


Fue menos efectiva la discusión de temas relativos al costo de los programas y el potencial para aprovechar las oportunidades que brinda el software libre. La delegación de India hizo una fuerte defensa del software libre como forma de reducir el costo de las TIC para el desarrollo, pero no se logró un consenso. La relación entre el software libre y la financiación de TIC para el desarrollo es un tema que merece mayor atención, como parte de la reconfiguración de los mecanismos de financiación: software libre como mecanismo de financiación para que las TIC tengan un papel eficaz en la oficialización del desarrollo en los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Este quizá sea un tema para la Conferencia Objetivos de Desarrollo del Milenio + 5 que tendrá lugar en septiembre de 2005.


Otro de los temas que necesita una mayor investigación es la relación entre la gobernanza en internet y la financiación de TIC para el desarrollo. Los grupos de la sociedad civil plantearon el tema de la necesidad de un nuevo mecanismo de financiación para apoyar las TIC para el desarrollo que podría tener la forma de un arancel mundial aplicable a todos los que tengan un nombre de dominio comercial en internet, con el argumento de que las redes de información y comunicación constituyen un bien público mundial. Este asunto se discutirá en profundidad en los próximos meses.


Varios delegados –entre ellos los del GRULAC (el Grupo de América Latina y el Caribe)- siguen diciendo que las TIC son herramientas que deberían contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio o, en otras palabras, reducir la pobreza.


“Sin duda los temas centrales y más conflictivos no están resueltos”, dijo Néstor Busso, de ALER (Argentina), en uno de sus informes para la campaña CRIS (Derechos de Comunicación en la Sociedad de la Información) desde Ginebra. “En principio, por lo visto hasta ahora, sigue primando un criterio mercantil que insiste en ‘facilitar el entorno para favorecer las inversiones’ antes que a revisar y modificar las injustas relaciones, regulaciones y estructuras internacionales que hoy condenan al hambre a la mayoría de los seres humanos.”


Gobernanza en internet


El Grupo de Trabajo sobre Gobernanza en Internet (GTGI) presentó su informe, más centrado en el proceso que en los temas en sí. El GTGI le entregará su informe final a los delegados a principios de julio de 2005 para los preparativos del PrepCom 3, momento en el que se podrá discutir y negociar el lenguaje final.


La reacción de los delegados ante el trabajo del GTGI fue, en general, muy diferente al que hubo frente al GTMF. Las cuestiones de la representación, la transparencia del trabajo del GTGI y la relativa facilidad con que los representantes pueden colaborar con el proceso en marcha son algo muy positivo. Sin embargo, el GTGI aún debe enfrentar varios desafíos que destaca Sally Burch de la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI):


“.. hay un desacuerdo casi unánime con la situación, en la que la mayoría de los países no tienen voz en el manejo de internet, y donde una empresa que se registra según la legislación de Estados Unidos (ICANN) se ocupa de la administración de internet (IP), los nombres y los números. Bajo el sistema actual, a las organizaciones de ciertos países se les puede negar un nombre de dominio web debido a la política exterior de Estados Unidos o a los dictados de su legislación antiterrorista. De hecho, el control unilateral del sistema, en teoría, le otorga a un país el inaceptable poder de impedirle a otro país el acceso a internet. [..] El abanico de posiciones de los gobiernos varía desde los que se preocupan sobre todo por los temas del desarrollo y la brecha digital y tratan, por ejemplo, de reducir el costo de interconexión para garantizar un mejor acceso para todos; hasta los que están dispuestos a tener una mayor participación en los intereses del negocio de las redes, que hoy es monopolio de las empresas estadounidenses”.


Si bien los representantes de la sociedad civil, en general, se muestran satisfechos con el proceso del GTGI, han manifestado algunas inquietudes respecto de ciertos temas que el grupo tendrá que tratar. Dijo Burch:


“Sin embargo, hay cierta inquietud entre los actores de la sociedad civil respecto al acalorado debate en torno de los aspectos de control y reglamentación de la gobernanza en internet, tales como los mencionados antes, el ciberdelito y el spam, que tienden a opacar las discusiones más amplias, pero muy necesarias, acerca de los aspectos instrumentales y sociales de la gobernanza en internet”.


El aporte de la sociedad civil


“Una pregunta que nos hacemos varios de los que participamos en representación de organizaciones de la sociedad civil es si debemos invertir nuestros esfuerzos en el debate oficial o si es más importante dedicarse a los contactos, las actividades paralelas, las negociaciones sectoriales”, señaló Busso. “Una primera respuesta sería: ambas cosas. Pero no es tan fácil. Eso implica trabajar más organizadamente, tener propuestas concretas consensuadas en la sociedad civil y con algunos gobiernos. Tengo la sensación de que no siempre nos organizamos y trabajamos para presentar y apoyar propuestas concretas que no sean sólo declaraciones de principios.”


Para Burch, “los resultados de la primera fase son claramente visibles considerando la mayor apertura del proceso intergubernamental oficial a recibir y considerar los aportes de la sociedad civil. Muchas delegaciones gubernamentales, de hecho, han solicitado contribuciones de la sociedad civil para mejorar la calidad de los documentos, cuyos primeros borradores son extremadamente vagos y generales. En estas circunstancias, tiene sentido darle prioridad al desarrollo de los aportes y a su entrega a tiempo a los gobiernos. Seguramente hará falta un mayor consenso a medida que se hace más claro cuáles son los temas críticos y las áreas de estancamiento.”


Finalmente hubo acuerdo en que, a pesar de los esfuerzos de algunos delegados, este PrepCom 2 estuvo marcado por temas que tienen más que ver con infraestructura y tecnología que con políticas. “Y las soluciones a los problemas que debemos enfrentar son, a nuestro criterio, más políticos que tecnológicos”, afirmó Busso.


La presencia latinoamericana


Los representantes de la sociedad civil presentes en este PrepCom (alrededor de 20) lograron reorganizar el “Caucus LAC (Latinoamérica y el Caribe)” – “un avance importante para tener presencia como región”, según Busso. Estuvieron en Ginebra representantes latinoamericanos de varias organizaciones que integran la campaña CRIS, como ALER, ALAI, AMARC, APC y RITs.


“Todos coincidimos en la importancia de trabajar en conjunto y fortalecer la presencia de la sociedad civil latinoamericana en la Cumbre”, dijo Busso. El Caucus decidió también solicitar una reunión formal con el GRULAC, agregó. “Vemos con agrado que la mayoría de los gobiernos de América Latina están trabajando en conjunto, haciendo un bloque regional que va logrando su identidad.”


Hacia Túnez 2005


Los documentos que surjan del proceso oficial a desarrollarse en Túnez en noviembre incluirán, entre otros, una declaración política o marco (chapeau) político de la cumbre y un capítulo operativo que deberá establecer los mecanismos y las responsabilidades organizativas que aseguren el seguimiento y la implementación de los acuerdos alcanzados en la primera fase. Los dos temas a seguir con especial atención son el de mecanismos de financiación para las TIC y el desarrollo y el de gobernanza de internet.


Varios miembros e integrantes del equipo de APC participaron en diversos encuentros del PrepCom 2. Tras su regreso y luego de procesar toda la información allí recogida, APCNoticas seguirá actualizando la cobertura del tema.




Autor: —- (APCNoticias)
Contacto: communications@apc.org
Fuente: APCNoticias
Fecha: 04/03/2005
Localidad: MONTEVIDEO, Uruguay
Categoría: Derechos en Internet

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